Es un regalo muy grande tener a Jesús en la capilla, y poder estar con Él un rato de oración. Necesitamos de Dios, de su gracia y bendición, que renueve nuestro amor, nuestra mirada, nuestras fuerzas y nos ayude a caminar, día a día, en Su Presencia y Amor. No os olvidéis de rezar a Dios por Casa Guadalupe, por su madres e hijos, para que seamos incansables defensores de la Vida, desde su concepción hasta su muerte natural!