La clave de nuestra felicidad: Acoger con amor a los hijos que Dios nos ha querido regalar

Oriol y Cati, esposos y padres de ocho hijos, la mayor una niña de 13 años, compartieron este sábado con las mamás de Casa Guadalupe su testimonio de familia numerosa. Desde que se casaron, decidieron poner a Dios en el centro de su matrimonio, y sin preguntarse nunca cuántos hijos querrían, dejaron que fuera Él quien decidiera. Los niños han ido llegando, uno detrás del otro, hasta ocho en tan solo 13 años. Pero lejos de desanimarse y agobiarse, con gran confianza y abandono en Dios, han acogido con amor y esperanza cada nueva vida. Nos han enseñado cómo se organizan, cuidando los cuatro mayores de los cuatro pequeños, y repartiendo distintas tareas de la casa. Hemos aprendido que el amor tiene que ir unido a la exigencia, que un niño necesita muy pocas cosas para ser feliz. También han insistido en la importancia de dedicarles tiempo, preparar los planes familiares y , si es posible, al menos hacer juntos una comida al día. Ha sido un testimonio precioso del que todas hemos podido aprender mucho y nos ha dado mucha fuerza para seguir adelante con nuestra familia, con ilusión y esperanza a pesar de las dificultades. Queridos Cati y Oriol, os llevamos en el corazón y damos gracias a Dios por vuestro ejemplo, cariño y cercanía.