«Siento que me he colado en un anticipo del Cielo»

Compartimos con vosotros la preciosa carta que nos ha hecho llegar María, una voluntaria de la casa, acerca de lo vivido este jueves en el Convento de las Carmelitas Descalzas de Tiana.

 

Saliendo del carmelo de Tiana, donde estaba Casa Guadalupe venerando las reliquias, con el gozo aun en el corazón , siento que me he colado en un anticipo del cielo; sí, del cielo. En presencia del Rey, en exposición mayor, con Su Corazón ardiendo de amor por los hombres, estaba María, Reina y Hermosura del Carmelo, la Madre Guadalupana, madrecita de todas las madres; San José padre y protector ejemplo para todos los hombre. Allí estaban los santos, Teresita, amando su pequeñez y su pobreza. Allí estaban sus padres, Luis y Celia, santo matrimonio, escuela de santidad en la vida ordinaria en sus trabajos y desvelos, cruces y alegrías de la vida matrimonial. La presencia de las Carmelitas, que desde su pequeño convento, en su vida escondida, son el corazón de la Iglesia; su entrega gota a gota, su ofrecimiento al Señor y su oración constante por nosotros. Y allí estaban las almas pequeñas, las escogidas por Dios, las cansadas y agobiadas, las que saben su debilidad, las que se saben necesitadas de su misericordia. He visto agradecimiento en las miradas, lagrimas purificadoras, sonrisas esperanzadas, fortaleza en la entrega a sus hijos… he sentido “almas pequeñas”.
Santa Teresita, santos Luis y Celia, rogad al Señor y a la Madre por todos los bebés y mamás de Casa Guadalupe, por todos los trabajadores, voluntarios y colaboradores.
En Tu Corazón, Jesús, ponemos todo los que llevamos en nuestros pobres y heridos corazones, “es la esperanza ciega que tenemos en Tu misericordia”.

Gracias de todo corazón por haber podido compartir este momento con vosotros
unidos en Su Corazón.
María