Confiamos al Señor y a Nuestra Madre el nuevo curso. Ayer vino el Padre Alfonso, sacerdote espiritual de la Casa Guadalupe, y encomendamos el nuevo curso al Señor y a la Virgen, confiando en Su Gracia y Misericordia. ¡Viva la Virgen de Guadalupe! Comparte esto:FacebookXLinkedInWhatsAppTelegramCorreo electrónico