Todos los jueves nos reunimos unas cuantas mamás de Casa Guadalupe para rezar específicamente por nuestros hijos, para que estén siempre cerca de Dios y para que nosotras, cómo mamás, sepamos acercarles a Él. Estos ratitos de oración compartida nos dan fuerzas para seguir luchando día a día por nuestros hijos. Ellos son una bendición, un regalo de Dios y queremos agradecerle todo cuánto tenemos en nuestras vidas. ¡Gracias Dios mío por el don de la maternidad, que es una gran bendición y una dignísima vocación!