Este martes pasado preparamos una fiesta sorpresa de despedida a una mamá de la Casa que regresa a su país. ¡Cuánto te vamos a echar de menos Roxana! Siempre tan predispuesta en ayudar a los demás y siempre tan contenta a pesar de las tormentas que la vida acecha. Hemos aprendido mucho de ti y, me gustaría destacar la más importante: tus ganas y tu querer acercarte cada día a la Virgen y a Dios. ¡¡¡Gracias!!! Siempre vas a formar parte de Casa Guadalupe porque cuando una mamá entra ya es para siempre.