El pasado sábado 30 de Enero nos visitó en Casa Guadalupe el padre Luis Petit Gralla quien, además de conocer el proyecto, nos hizo una presentación muy dinámica y simpática de su Misión en el Perú en la cual está entregado (desde hace más de 7 años) con todo su corazón con un único fin: ser útil al amor de Dios. Luis nos explicó los trabajos que allí desempeña y basó su exposición en la historia personal de dos o tres familia concretas que él ha conocido de cerca. Nos mostró como se vive en ese territorio, como la precariedad y la pobreza se hacen presentes y como éste contexto afecta a las familias y a los niños que viven allí. Con alegres anécdotas y una presentación de imágenes nos contó como se vive en la selva del Perú, donde las casas son cobertizos de madera con suelo de barro, y las calles se vuelven intransitables en época de lluvias, una realidad bien diferente a la que vivimos aquí. También nos detalló como él recorre su parroquia a caballo, en canoa, andando o en coche, bautizando (más de 500 este año), enseñando con cariño e impartiendo los sacramentos. Y, sobre todo, queriendo a sus feligreses. ¡Qué pasada!
Agradecemos mucho su visita y que haya querido compartir con nosotros su experiencia pues realmente él es un testimonio de verdadero Amor y de entrega incondicional a Dios y a los hombres. Con su testimonio aprendimos que, aún con todas las dificultades, siempre hay que responder con amor a aquellos que más nos necesitan.
Así pues, gracias por recordarnos que no hay mejor manera de ser hombre que entregar la vida al prójimo por amor de Dios y gracias por tu tiempo, por tu dedicación y por tus oraciones. Desde Casa Guadalupe rezaremos a la Virgen para que te acompañe siempre y te colme de bendiciones. De todo corazón: ¡Muchas gracias!