Palabras de amor

Os reproducimos la cariñosa y emotiva carta que Angelita ha dedicado a las mamás de Casa Guadalupe después de su paso por la Casa. ¡No os la perdáis!

He tenido la gran oportunidad de conocer un lugar único en el que se tocan los milagros: Casa Guadalupe. Hogar para madres que no lo tienen, un trozo de cielo en el centro de Sabadell. Espacio de encuentro, formación y descanso de jóvenes guerreras que han decidido seguir adelante con su embarazo contra viento y marea, desoyendo miedos y voces oscuras que sólo ofrecen alternativas de muerte. La mayoría de ellas, abandonadas a su suerte, sin recursos, pero con una determinada determinación en su corazón y en su mirada: sacar adelante al fruto de sus entrañas.

Supuestamente la ilustrada era yo. Sin embargo sus ojos, su escucha humilde, su garra han sido y son lecciones magistrales encarnadas que dejan en nada toda teoría. Culturas, colores y religiones distintas congregadas por la causa de la vida. Tenían exactamente las mismas inquietudes que yo. Querían hijos felices, hombres y mujeres completos. Ni más ni menos.

Teniendo en común algo tan grande y capacitante como es la maternidad, ellas me llevan ventaja. Mucha ventaja.
Poseen un CORAJE gigantesco. Un coraje que no las abandonará. Un coraje que cimentará la vida de los suyos. Un coraje que las honrará ahora y siempre.

Desde la más dolorosa realidad han dicho un SI a la VIDA en mayúsculas. Mujeres con tatuajes, piercings, cruces, chador y yihab que han hecho de su intransitable travesía una cuna y regazo maravilloso. Y todas , todas , todas volverían a pasar por ello. Humillación, incertidumbre, angustia y desprecio a cambio del regalo que hoy se aferra a su pecho.

¿Lecciones yo? Sólo algunas ideas acerca de acompañar a tus hijos cuando toca hacerlo sola. Bien pocas. Porque en realidad ellas tienen el trabajo prácticamente hecho. Han arriesgado todo, ese poco que les que les quedaba, por uno latidos escondidos en su vientre… ¿Quién no corresponderá a un amor así? Me siento pequeña al lado de tanta grandeza.

Casa Guadalupe nace en 2012 pero, según cuentan sus iniciadores, está fundada por la Virgen de Guadalupe. Ella un 12 de diciembre de 1531, apareció embarazada al indito Juan Diego y le dijo: «Nada te asuste hijo mío, el más pequeño. ¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?» Ahora se lo dice a ellas y a sus hijos.

Ayer en Casa Guadalupe sentí con ellas esa confianza que da tener una madre poderosa que vela y se desvela. Y creo no equivocarme al decir que Dios se conmueve al contemplar a esas dulces combatientes, capaces de responder día a día a la llamada más grandiosa que Él ha pronunciado: la llamada de la vida.

Son poderosas en su pobreza, ilustres en su sencillez, están empoderadas por el amor que las llena, engrandecidas en su valentía e inquebrantable dignidad. Me han pedido que vuelva. ¿cómo no hacerlo? Gracias a ellas me siento más pequeña y me viene bien resituarme.

Si deseas ver la versión original en la página de Ángeles Montuenga, puedes acceder al siguiente link:

Fuente: http://mi-contra.blogspot.mx/2018/03/lecciones-de-una-ignorante.html