Este sábado pasado tuvimos la oportunidad de escuchar a Montse Antonell. Habló en primera persona, sobre su vida, certificando que se puede vivir en paz y feliz ante acontecimientos de sufrimiento. Una formación totalmente esperanzadora y con la mirada al cielo, con palabras de sosiego que llegaron al corazón de todas las madres. Tanto bien les hizo, que el lunes alguna mamá nos dijo: «bendita cruz, que me acerca más a Jesús». ¡¡¡Gracias Montse y gracias Virgen María por regalarnos un día tan bonito lleno de amor!!!