Cada miércoles por la mañana vienen dos voluntarias a preparar los lotes de comida o de higiene para las mamás de la Casa. Ellas, las mamás, lo recogen el sábado antes de la formación. Estamos muy agradecidos a la Virgen por ponernos a estas personas, como Núria y Amelia, que se conmueven con nuestro proyecto y voluntariamente se ponen al servicio. Siempre están contentas y alegres, porque cuando uno da, recibe mucho más.