Lianka vino a Casa Guadalupe a través de una ex mamá de la Casa Guadalupe, cuando se quedó embarazada sentía que no podía, tenía miedo e inseguridad y se le había complicado todo e iba a tomar la decisión equivocada. En el primer embarazo lo pasó muy mal. Fue entonces que llegó a Casa Guadalupe, habló con Mercè, Núria y empezó a venir a la Casa, y a venido a todas las formaciones, muy interesantes, gracias a Dios tomó la mejor decisión de su vida al tirar adelante su embarazo, y a nivel de familia están mejor emocionalmente y ha sido un nuevo comienzo de vida, una segunda oportunidad para ella. Ella cuenta que un niño, dos o tres no es nada, todo al contrario, te aporta mucha felicidad, estabilidad, muchas cosas que a lo mejor no las puedes explicar, pero es lo mejor que te pueda pasar. Se acaba de casar y le agradecemos mucho a Lianka su valentía, su sonrisa y dulzura constante, su apoyo a las demás mamas, su participación en las formaciones, catequesis y mamas orantes. Un fuerte abrazo Lianka!